Poema al mar

El agua es la vida. Casi 3/4 de nuestro planeta están ocupados por océanos. Y tan importante como su volumen es su inigualable hechizo. Desde la noche de los tiempos, el mar y sus olas han hipnotizado a los humanos de todas las partes del mundo.

La marea y yo

Al principio fue el verbo,
y el verbo se hizo mar,
y el mar trajo a la marea
y a los arrecifes de coral.

Sobre su piel flotan los enigmas,
las líneas del tiempo,
los mensajes de una botella.

En su vientre
se hunden los pecios,
los cantos de sirena,
las preguntas sin respuesta.

Sobre su fondo,
un cementerio de piratas
y anillos de plata.

¿Quién ruge ante mi presencia?

El infinito agita la marejada
contra mi estampa.
La niñez ha llegado a mis tobillos;
la humedad, a mi pecho;
la nostalgia, a mis oídos.

Una ola albina
se ha roto entre mis dedos.
Blanco que salta,
espuma que canta,
esperma que danza.

Bajo mis pies descalzos
una huella de sal,
un vestigio de mi planta,
una horma de cristal.

La ruidosa marea
ha traído a los colores:
el azul de la vida,
el verde de la esperanza,
el violeta de la magia.

En la costa,
un anhelo ha varado.
Escrito en la arena
está mi nombre
junto a tu apellido.

Al principio fue el silencio,
y el silencio se dejó amar,
y el amor trajo una caracola
y a doce ninfas de coral.

Otra poesía corta con el mar de fondo

Y a ti, ¿a qué te inspira el mar?

Cada persona es un océano de sensaciones. Seguro que tú también tienes alguna experiencia marítima inolvidable. Si crees que merece la pena, puedes compartir tu vivencia conmigo.
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Autor del contenido

Juan Fernández Vicente
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