Poema de despedida

Para todo hay una despedida, un final que puede ser incómodo o, por el contrario, liberador. Un adiós es, en ocasiones, motivo de tristeza; otras veces, de una inmensa alegría. 

El amor es una breve despedida

Una breve despedida,
al menos, eso quedo.
Podríamos haber pedido mucho más, 
pero quedaba muy poco.

El primer año fue singular. 
Cuatro estaciones
que ayudaron a descubrirnos,
a sorprendernos, 
a cubrirnos con cariño y algo de rencor.
Doce meses de sutiles paradojas
que el tiempo juzgo
como un juez supremo.

Al apego, yo le llamaba amor;
tú, viajar juntos.
Pero nada nos unió lo suficiente
y la vida a contracorriente
nos empujó al río.

Nadamos en círculos
en aguas revueltas 
durante demasiado tiempo.

Luego llegaron los acuerdos.
Pactos y señales divergentes
para una convivencia digna.

Y en solemne silencio,
los dos
preparábamos nuestra despedida.
Lo último que nos quedaba por hacer.
Lo único que aún nos queda.

Otro breve poema para ella

Nada es casualidad, ni siquiera que yo le comparta el siguiente videopoema. Durante unos minutos olvide el azar y disfrute del arte en su formato multimedia.

Y a ti, ¿qué despedida te produjo tristeza o alegría?

Si es tu voluntad, puedes compartir en los comentarios alguna despedida que te haya marcado de forma notable. ¡Te leo y contesto abajo en los comentarios!

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Autor del contenido

Juan Fernández Vicente
Juan Fernández Vicente

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