Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Inicio » Poemas cortos » Poema triste
POEMA TRISTE: La Frontera
Al igual que sucede con la música (u otro arte), la poesía es un refugio para los momentos tristes. Nadie que yo conozca ha podido evitar tener momentos difíciles; una perdida, una decepción, un anhelo o expectativa incumplida. Da igual, hay multitud de situaciones que nos provocan la tristeza o el dolor.
«No hay que olvidar que aunque desagradable, está emoción produce contraste con su opuesto y, como todo arte, necesita de esta característica para crear belleza, al igual que la luz y la oscuridad también lo hacen».
Desde la noche de los tiempos los artistas han bebido de la pena y el desconsuelo para crear obras inmortales. A continuación, le dejo uno de esos momentos que también me han cogido a mí. Apreciado lector, ¡gracias por arañar estás líneas!
La frontera
Estuve muchos años en la frontera,
sin cruzar los límites de su estrecha vereda.
Un día tras otro contemplando
las dos caras de la misma moneda.
Al sur, la emoción querida;
al norte, el juicio errante.
En su lecho me quedé varios años tumbado,
bebiendo lo justo,
comiendo a plazos.
Cautivo de dos países pasivos pero en guerra,
entre las vistas de un horizonte impasible.
Varado en su océano de incertidumbre,
flotando entre sus olas muertas.
Esperando a dar un paso firme al frente
o, mejor, cruzar nadando.
Sin atajos,
sin nacionalidad ni tampoco bandera.
Me quedé varios inviernos en la frontera,
sin una sola primavera, al fondo.
Otro poema triste muy corto
Bajo estas líneas te dejo otra poesía muy breve; acompañada por una potente melodía y mucha pasión.
Y a ti, ¿cómo te gusta pasar tus momentos tristes?
Me interesa mucho tu opinión. Hay personas que se evaden escribiendo, escuchando música o paseando por la naturaleza (cuando las cosas vienen mal dadas).
Seguro que tú también tienes hábitos para estos incómodos momentos (o etapas). Cada uno tiene las suyas para aliviar la soledad del corazón. Deseo que con este contenido estés un poco más aliviado (si estás triste, claro)… todo es pasajero.
¡Te leo y contesto abajo en los comentarios!
